La del tres ya la aprendí pero la del 4... ¡es imposible!!

¡OLA DE CANIBALISMO EN BUENOS AIRES!

Volante entregado en la vía pública

“Un hombre jóven rinde para diez comidas”, se justificó el Lider de la secta.

"Nuestro próximo almuerzo será el Lider de la secta”, declaró en exclusiva otro miembro, riendo por lo bajo.

PASQUIN APOLOGÍA N°1 - Fines del 2000

Editorial

Actualmente, todas las actitudes terminan resultandome irritantes: dárselas de transgresor es actuar con prepotencia y autosuficiencia al mejor estilo “yo me las sé todas”; el idealismo es una mezcla de melancolía e inocencia infantil; ser alcohólico es jugar a asumir la actitud de perdedor sufriente y esclarecido; volverse adicto es adaptarse a la insatisfacción sin salida impuesta adrede por Sociedad y Medios con el solo fin de volvernos drogadependientes.

Más claramente, pienso: están/estamos buscando convertirnos en seres únicamente preocupados por el dinero para luego darnos la droga (química y mental) que nos haga olvidar por un rato que estamos preocupados por el dinero. Estamos habituándonos a estar en un lugar donde las carreras universitarias se eligen cada vez más por la salida laboral y menos por la vocación. Un lugar donde, salvo excepciones, “el arte no da de comer”. Un lugar donde la gran mayoría está tan triste que debe refugiarse en el trabajo o en el más estúpido de los programas de la televisión para olvidarse un poco de que está triste porque tomar conciencia de la propia tristeza e insatisfacción no sirve de nada, excepto para autocompadecerse. Y de todos modos al día siguiente hay que levantarse nuevamente para ir a trabajar, porque todo sigue. Cada vez menos sociables, más agresivos, intolerantes e individualistas, porque afuera está tan lleno de gente jodida y a uno lo estafaron económica y emocionalmente tantas veces que lo mejor es agarrar la tele o la compu, respirar hondo y olvidarse un poco de todo.
En función de todo lo expuesto, ¿qué mierda hago yo intentando sacar una revista? ¿A qué estoy jugando? ¿de qué me las doy? ¿acaso soy otro imbécil pretencioso más tratando de realizar su utopía individual? Supongo (supongo) que estoy apostando a un poco de sinceridad, llegado un punto en que ya no sé quien me miente y quien no. Me amparo en estar intentando hacer algo distinto y apasionado, pero no se si es cierto.

Siempre la jugué de perdedor esperando que las cosas pasen un poco como en las películas, donde los perdedores eran simpáticos y entrañables y terminaban ganando. Pero la realidad fue distinta y, confesemos, yo nunca fui simpático ni entrañable, por más que prefiriera la falsa modestia a la fanfarronería.
Seguiría ahogándome en dudas, pero no me queda más lugar.
Gracias.
SEBA DANTÍ (único responsable, por el momento)

e-mail: pasquinapologia@yahoo.com

LA HISTORIA DE PASQUIN "APOLOGIA". Fracasos, risas, avnturas y ltras que desparecen

A fines del año 2000, un alocado jovenzuelo de 25 años tuvo un sueño. Mientras esto sucedía yo me ponía a redactar una revistita de 4 paginas dobladas al medio en las que descargaría toda mi bilis y odio hacia el mundo y donde a su vez hablaría de amor y felicidad perpetua si las circunstancias así lo requiriesen.
Al principio me inspiré en el suplemento "El Amarillo", publicado por la revista "Humor" en los ´90 pero quise volcarme hacia el humor negro, sensacionalista y políticamente incorrecto. Lamentablemente mi corrección política le ganó de mano a mi instinto rebelde y la revista jamás llegó a ser todo lo revulsiva que esperaba.
Finalmente se convirtió en una publicación bastante autoreferencial con temas que giraban en torno a un equipo de redacción pretencioso y con un nivel de autoindulgencia practicamente nulo.
A continuación, de a poquito, con paciencia y dulzura, ire publicando cronologicamente todo el contenido de una revista que cada vez me salia mas cara imprimir y me costaba vender, así que me trepé al bloggeo cual si fuera una tabla de salvación hasta el día que haya crisis mundial de energía y el papel escrito vuelva a adquirir preponderancia y yo me anime a vender la revista.
SEBA DANTÍ